martes, 11 de febrero de 2014

2014 La marihuana en Francia: visión global

Aparentemente, el cannabis legal no cuenta con muchos partidarios en Francia. A pesar de que numerosas organizaciones locales, nacionales e internacionales – bien conocidas en el resto de Europa – forman parte del sector cannábico militante en Francia, su visibilidad en la prensa tradicional es mínima.
En noviembre de 2013, un sondeo de opinión realizado por el instituto CSA (Conseil, Sondage et Analyse – Asesoramiento, sondeo y análisis) reveló que el 63 % de los franceses estaba en contra de la despenalización del cannabis, mientras que el 51 % del grupo de población “menores de 35 años” estaba a favor, lo que no resulta muy sorprendente. Estas cifras son un tanto decepcionantes si se tiene en mente el cliché del famoso francés que disfruta de la buena vida, amante del vino y del tabaco.

Sativex hará su aparición en 2015

En el ámbito del cannabis medicinal la noticia ya es oficial: el 8 de enero de 2014 se ha concedido la autorización de comercialización en Francia a Sativex, un medicamento derivado del cannabis que ya está disponible en numerosos países. Por fin se ha conseguido alcanzar este importante hito, que era uno de los numerosos obstáculos administrativos en el camino hacia la comercialización de este producto. El laboratorio Admirall se encargará de la introducción del fármaco en el mercado y debe decidir la fecha a partir de la cual el producto estará disponible bajo prescripción. De conformidad con la política seguida en otros países donde también está disponible, el aerosol bucal solo podrá ser prescrito por especialistas y únicamente para pacientes que sufran esclerosis múltiple. No obstante, es probable que el medicamento solo esté disponible a partir de 2015, con la consiguiente frustración de los pacientes, que llevan ya mucho tiempo esperando esta solución.

Confusión política

La introducción de Sativex es una excelente noticia, tanto para los pacientes que padecen esclerosis múltiple como para la comunidad francesa del cannabis, y es una consecuencia directa de la legalización de los derivados del cannabis, que tuvo lugar, discretamente, en junio de 2013. Han sido muy pocos los miembros del gobierno que han realizado declaraciones acerca de este drástico cambio en la legislación en materia de drogas blandas en Francia, aunque este no ha sido siempre el caso.
Los representantes de diferentes partidos políticos franceses, en su mayor parte liberales o centrados en temas ecológicos, se han pronunciado en general sobre la necesidad global de legalizar el cannabis a lo largo de décadas. Los argumentos invocados han sido numerosos y en gran medida de carácter internacional, como por ejemplo que el fin de la política de prohibición de las drogas blandas contribuiría a la desaparición de un mercado negro cuyas consecuencias para la economía, la sociedad y la salud pública son nefastas.
Así, muchos políticos liberales franceses han persuadido a la opinión pública y al gobierno de la necesidad de enfrentarse a una realidad que puede cambiar la reputación del cannabis en Francia. No obstante, a excepción de Noël Mamère (antiguamente de “los Verdes”), que había incluido este punto en su programa para las elecciones presidenciales de 2002, pocos de estos políticos recibieron la atención que se merecían.
La prensa solo recogía en detalle el punto de vista sobre la legalización de ministros u otros políticos con suficiente impacto mediático, que a continuación sufrían una reprimenda por parte de sus respectivos partidos y, en algunas ocasiones, por parte de las más altas instancias del gobierno francés.
A finales de 2012, la ministra francesa de Vivienda, Cécile Duflot, y, poco después, el ministro de Educación, Vincent Peillon, manifestaron a su vez su opinión, solicitando de forma encarecida la despenalización del cannabis, a semejanza de muchos otros ministros que ya habían sacado a relucir el tema y que habían aprovechado la oportunidad para reafirmar su posición al respecto. Sin embargo, la alegría duró poco, ya que al día siguiente de sus respectivas declaraciones, el presidente llamó al orden a los implicados. El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, indicó que «no habrá despenalización», para continuar inmediatamente con «por lo tanto no hay necesidad de polémica». En otras palabras: declarar que el asunto está oficialmente «cerrado» y relegado al limbo de los tabús políticos franceses se está convirtiendo en el eufemismo del siglo.
Francia marihuana
El alcalde de la ciudad de Sevran, Stéphane Gatignon, ha estado militando por varias causas que afectan drásticamente a los suburbios, incluyendo la legalización del cannabis, con la esperanza de resolver muchos problemas vinculados con el narcotráfico local.
Desde entonces, y de conformidad con las instrucciones de Ayrault, que subrayó que «los ministros deben concentrarse en la misión que les ha sido encomendada», parece que solo las personalidades políticas que funcionan a un nivel inferior del poder legislativo se arriesgan aún a tocar el tema.

¿Qué quiere el pueblo?

A pesar de que, tal como parece indicar el sondeo del instituto CSA anteriormente mencionado, las diferentes generaciones no se ponen fácilmente de acuerdo sobre los beneficios y las consecuencias nocivas del cannabis, resulta difícil para los ciudadanos y para el mundo empresarial no dejarse arrastrar por la locomotora del cannabis y por sus vagones de medicamentos.
cannabis
El ‘ Espace Eco-Chanvre’, inaugurado en Diciembre de 2013, esta hecho enteramente de cemento de cáñamo y da la bienvenida a todos los actores de la industria del cáñamo.
Numerosas empresas en Francia están interesadas en las «nuevas» perspectivas que ofrece el cáñamo, especialmente en los sectores de la construcción, la industria textil y la industria agroalimentaria. En noviembre de 2013, Sensi Seeds se ha encargado de documentar una iniciativa proveniente de varias autoridades locales y que se extendía por varias regiones, cuyo objetivo era el cultivo de cáñamo en una determinada superficie. Proyectos similares ya estaban en marcha en un gran número de regiones y de estos surgieron a su vez otros proyectos. Todo ello ha llevado a una superficie total de cultivo de cáñamo en Francia de 12.000 hectáreas en 2013, de un total de 15.000 hectáreas en toda Europa (fuente: Fédération Nationale des Producteurs de Chanvre – Federación nacional de productores de cáñamo).
En el citado artículo se mencionaban asimismo iniciativas culturales en Bretaña, en el ámbito de asociaciones y organizaciones sin ánimo de lucro, dirigidas tanto a los visitantes extranjeros como a los locales. Ahora se trata de educar a los profesionales de la agricultura en Francia para optimizar la «cadena del cáñamo» francesa, de modo que dicha cadena pueda satisfacer la creciente demanda de materiales realizados a base de cáñamo. En el año 2013 se han creado numerosas plataformas informativas para los participantes en la «cadena del cáñamo», en especial l’Espace Eco-Chanvre en Bretaña y 3CA en la región Champaña-Ardenas.
La barrera existente entre el cáñamo y el cannabis se puede superar rápidamente si se tienen en cuenta los aspectos nutricionales e incluso cosméticos. A lo largo de los últimos años, el cannabis medicinal se ha convertido en un tema prominente que ocupa un lugar destacado en los buscadores (como Google, Yahoo, etc.); se trata de una posición que ocupa con orgullo, también en Francia.
Los internautas o los profesionales del marketing que desean promocionar la gama de productos a base de cáñamo no dudan en usar las antes temidas palabras «cannabis» o «marihuana», al amparo de la cortesía educacional. Se trata de un cambio en apariencia insignificante, pero con una gran relevancia cultural; efectivamente, no hace mucho tiempo, la única manera de solicitar una aclaración al interlocutor de manera políticamente correcta era una vacilante pregunta del estilo de: «Pero, en realidad, ¿el cáñamo…? ¿no…?».
La cultura de lo «políticamente correcto» tiene el futuro asegurado, pero el espectador externo no puede dejar de observar que – a pesar de todos los intentos de los poderes establecidos – la expresión «no se puede frenar el progreso» también parece tener un futuro de color rosa. Se trata de una victoria a medias para la comunidad del cannabis en Francia, que – antes o después – posiblemente será testigo de la despenalización o la legalización del cannabis, simplemente porque no será posible seguir frenando totalmente por mucho tiempo el sentido común y los avances médicos.

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