Aunque las tres veces en que ha intentado fumar marihuana, no ha sentido sus efectos, la escritora Guadalupe Loaeza sospecha que esta hierba posee “cualidades” eróticas y creativas.
En el marco del debate sobre la posible despenalización de esta sustancia, la autora se declara a favor y confiesa que ha consumido dicha hierba, aunque sin mucho éxito.
Loaeza, también periodista, comenta como posibles ventajas de esta medida un incremento en el nivel de autoridad que el gobierno podría ejercer en este asunto, una eventual disminución en los niveles de violencia relacionada con el narcotráfico y que la población podría disfrutar de las “maravillosas” cualidades de la marihuana.
Te presentamos la entrevista que la Revista Quién realizó a esta columnista, como parte de un amplio reportaje sobre el debate alrededor de la legalización del cannabis en el país.
¿Por qué se debe legalizar la marihuana en el país?
El crimen organizado nos ha demostrado que hay que hacer algo distinto, que es una opción muy importante, y además no se ha demostrado de manera concluyente que el empleo de la marihuana cause daño a la salud.
Está comprobado que la marihuana no necesariamente te lleva a otras drogas, que puede ser útil como medicamento. Hay una multiplicidad de razones. Sí se debe despenalizar. Además, puede ser negocio venderla (para) el gobierno, si el gobierno la administra, puede ser un espléndido negocio.
¿Qué beneficios traería a la sociedad?
Médicamente ya está súper aceptado, está comprobado que alivia los dolores extremos, de cierta enfermedades; habría más control del gobierno; hay indicadores que sugieren una disminución de la criminalidad y la violencia, porque la violencia se da más que por consumo, por la venta.
¿Cuál es el tabú más importante que hay que romper?
Que lleva a otras drogas. Hay ese temor. Yo he escuchado a muchas madres y padres de familia que dicen: ‘Si empiezan a fumar marihuana, quieren después sensaciones más fuertes’. Y no se ha comprobado; no necesariamente. Hay gente que consume marihuana y que sabe consumirla con responsabilidad, y controlando la cantidad.
¿Qué exigirías al gobierno a la hora de legalizarla?
Que el gobierno la usara, que definiera con la Secretaría de Salud en qué casos se puede utilizar la marihuana para personas enfermas, o por ejemplo para personas ya muy adictas que haya un control. Que controlara la venta para uso recreativo, para consumo personal. Tiene que haber ciertos acuerdos con el gobierno de Estados Unidos para que no exista el absurdo que pasando la frontera ya es legal.
¿Ayudaría a disminuir los niveles de violencia?
Sí, algunos indicadores sugieren una disminución de la criminalidad en lugares que han liberalizado su venta y consumo. No ha habido un aumento notorio en el número de consumidores de marihuana en los países que han despenalizado su uso, aunque habrá que esperar los resultados en Washington y Colorado (en donde el uso es recreativo).
¿Cree que generaría el aumento de otros delitos?
Eso habría que ver, seguramente se van a dar otros… Pero si entra el gobierno, pues habrá control. Van a surgir otro tipo de problemas, pero (también) otro tipo de soluciones; es una apertura. El mismo gobierno se va a sentir con mucha más autoridad. Lo que pasa es que no hay autoridad, no hay control, y entonces los cárteles hacen lo que se les da la gana.
¿Cómo crees que debería ser la venta de marihuana?
Más controlada al principio; no se pueden abrir las puertas así de repente. El problema es muy complejo, es algo que vamos a ir aprendiendo sobre la marcha
¿Cuál es la educación que se debe dar a los hijos sobre las drogas?
Hay que tratarlo de la manera más llana posible porque estamos hablando también de narcomenudeo. El narcomenudeo es un problema terrible; la droga sintética que se vende afuera de las escuelas, niños que se las regalan para que se vuelvan adictos, o bien los enganchan para que vendan entre sus compañeros. Es importantísimo que se hable de esto para que los niños digan ‘No, eso hace daño’, o ‘No me corresponde’.
¿Debería ser obligatorio dar orientación en las escuelas?
Sí, claro. Absolutamente. Es parte de la educación, indiscutiblemente. Se tiene que tocar el tema en casa; ya no puede haber temas tabúes, ya no. Estamos hablando de programas de televisión, redes sociales, que ya hablan libremente de estos temas.
Los papás, los abuelos, habrá padres que tengan más dificultades, pero las abuelas que tienen una responsabilidad también con respecto a la educación de los hijos, se tienen que informar, se tienen que sensibilizar.
¿Usted ha consumido marihuana?
Sí, ¡cómo no! He consumido tres veces. No me ha hecho efecto, lo cual lamento enormemente. Nunca he fumado, entonces no sé dar el golpe… Pero una vez consumí en Canadá con un grupo de amigos, y nada… no me hizo el menor efecto, estaba muy enojada porque no me había hecho efecto, todos felices, muertos de la risa, la fiesta, y yo, totalmente apartada.
Luego en Ámsterdam con mi marido y con un grupo de personas, y tampoco me hizo efecto. Y hace poco, también. Creo que me he perdido de algo que relaja, por ejemplo para tener sexo creo que es maravilloso, te pone de buen humor, te relaja, estás menos estresada, yo creo que ha de ser muy bueno para escribir. Yo voy a seguir intentando.
Fuente ADN Politico
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