Manuel Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Ciencias Químicas
es el encargado de coordinar el Programa de Investigación en Biociencias: estudio de la Neurofarmacología y el Potencial Terapéutico del Sistema Endocannabinoide, un estudio dirigido a conocer aquellos mecanismos internos que son receptores de las sustancias activas del cannabis y que hacen, por ejemplo, tener hambre. El pasado viernes estuvo en Ciudad Real donde impartió una charla sobre estos receptores endógenos de sustancias activas y desde El CRisol hablamos con él sobre la situación clínica del cannabis, su uso como medicamento, el futuro de estas investigaciones y cómo es trabajar en un laboratorio con una sustancia prohibida en España.
¿Cómo es la situación del cannabis y su relación con la medicina en España?
La situación en España es muy parecida a la de otros países de nuestra órbita occidental. Hay un medicamento que está ya aceptado, se llama Sativex. Es un espray oromucosal que lo produce una compañía farmacéutica inglesa que se llama GW Pharma y está aceptado únicamente ahora para los pacientes con esclerosis múltiple, en concreto para uno de los síntomas que son los espasmos en brazos y piernas. Hay estudios clínicos bastante avanzados para usar este medicamento para otros síntomas de la esclerosis múltiple, como el dolor, por ejemplo, o la nocturia, enfermos que se tienen que levantar muchas veces para hacer pis, y les alivia bastante porque inhibe el reflejo de la micción y pueden dormir más tranquilamente. Luego hay otros estudios clínicos con este fármaco para intentar utilizarlo con otros tipos de dolor, el dolor oncológico, o el dolor posoperatorio.
Hay otros medicamentos con cannabinoides que son capsulas de algunos de los principios activos de la planta. Están permitido en Inglaterra o en EEUU y se pueden importar aquí
Hoy en día, por ahora, no está permitido el uso de marihuana medicinal como tal. Es una pena porque es una sustancia que está ahí y se podrían hacer bues preparados a partir de ella, pero eso todavía no está permitido. Digo todavía porque espero que alguna vez se pueda utilizar como se puede utilizar, ahora, por ejemplo, en Holanda o algunos estados de EEUU.
Hay otros medicamentos con cannabinoides que son capsulas de algunos de los principios activos de la planta. Están permitido en Inglaterra o en EEUU y se pueden importar aquí como tratamiento extranjero para el tratamiento de las nauseas y los vómitos en pacientes de cáncer que están sufriendo mucho con la quimioterapia, o bien para potenciar el apetito y mejorar la ganancia de peso también en pacientes que están tratándose con quimioterapia o que están enfermos de Sida en estadios muy avanzados. Hay bastantes posibilidades que se están estudiando hoy en día también pero que todavía no están aceptadas en la clínica y vamos avanzando en esto.
La visita a Ciudad Real es para hablar de los receptores cannabinoides en nuestro cuerpo. ¿De qué trata este tipo de estudios?
En realidad voy a contar cómo actúan los compuestos activos del cannabis en nuestro organismo. Me atrevería a decir que igual que cualquier fármaco, droga o cualquier sustancia que ingerimos del exterior los organismos la reconocen a través unas moléculas y unos sensores específicos.
Nuestro organismo tiene una serie de moléculas que controlan procesos como el apetito, como el dolor, el reflejo de la nausea y el vomito, y, por tanto, los compuestos de la planta siendo reconocidos por los mismo receptores imitan los efectos
Esos sensores y esas moléculas que reciben a las moléculas externas y también reconocen a nuestras moléculas internas se llaman receptores. Tenemos receptores para la luz, receptores para el olfato, receptores para el tacto, receptores para el gusto, receptores para todo tipo de drogas y fármacos. En el fondo drogas y fármacos funcionan de la misma manera en nuestro organismo, y desde hace 20 años sabemos que nuestro organismo tiene también algunos de estos receptores, algunas moléculas concretas que ligan los compuestos activos del cannabis. Son los responsables de que estos compuestos sean reconocidos por nuestro organismo y produzcan sus efectos. Estos receptores no solo reconoce primariamente a los compuestos activos del cannabis, sino que su función biológica esencial es reconocer, digamos a los compuestos similares al cannabis que producimos nosotros en nuestro organismo. Por eso los llamamos cannabinoides endógeos , es decir, nuestro organismo tiene una serie de moléculas que controlan procesos como el apetito, como el dolor, el reflejo de la nausea y el vomito, y, por tanto, los compuestos de la planta siendo reconocidos por los mismo receptores imitan los efectos de estos compuestos endógenos y, por tanto, producen los mismo efectos.
Nuestro grupo ha estado trabajando durante aproximadamente 15 años en caracterizar químicamente, en saber cómo son estos receptores de cannabiniodes actúan, qué procesos median en nuestro organismo , si alguno de esos procesos puede tener alguna importancia terapéutica, sobre todo en el terreno de la oncología y en el terreno de la neuroprotección.
¿Cómo se investiga con el cannabis sin que este legalizado en España?
Nosotros no tenemos plantaciones, en nuestro centro de trabajo, y trabajamos con los compuestos puros o con mezcla de compuestos puros
Hay distintas vías. Nosotros no podemos trabajar con preparados de la planta, pero sí podemos trabajar con los compuestos puros. La planta tiene una serie de cannabinoides, de compuestos activos, el más relevante de ellos se llama ‘tetrahidrocannabinol’, y el THC nos lo pueden sintetizar. Lo pueden obtener algunos laboratorios de Inglaterra o Alemania. Tenemos que pedir un permiso especial de importación decir que el THC va a resultar para esto y para esto,… que no nos lo vamos a tomar nosotros. Y con ese THC podemos trabajar. Hay otros componentes de la planta por ejemplo el ‘cannabiniol’ que lo podemos importar pidiendo la consiguiente licencia de importación de una serie de laboratorios. Nosotros no tenemos plantaciones, en nuestro centro de trabajo, y trabajamos con los compuestos puros o con mezcla de compuestos puros, simulando un poco el fenotipo que tiene la planta.
¿Cuánto de verdad hay en que el cannabis pueda ser beneficioso para la salud?
Lo primero hay que clarificar que cuando hablamos de droga y de fármaco estamos hablando de sustancias que actúan en nuestro organismo por mecanismos absolutamente idénticos y lo que hace que una sustancia sea droga o fármaco es su utilización con una posología y con un método de administración conocido en un intento de minimizar los efectos secundarios. En ingles, por ejemplo, hay una sola palabra que es ‘drug’ que define tanto las drogas como los fármacos. Las sustancias son las mismas, el THC del cannabis puede ser una droga o un fármaco, igual que la morfina puede ser una droga o un fármaco o el MDMA puede ser una droga o un fármaco en función de cómo se utilicen. El trabajar con estos compuestos lleva a veces sus dificultades. Hay muchas sustancias pero como un cuchillo o la lejía que tenemos en casa todos o sustancias venenosas que manejamos continuamente en los laboratorios que paradojicamente son más fáciles de obtener, de pedir y de comprar a los distintos compañías, que los compuestos activos del cannabis porque están tipificados como sustancias activas de una sustancia ilegal.
En ingles, por ejemplo, hay una sola palabra que es ‘drug’ que define tanto las drogas como los fármacos
Luego sí hay gente que todavía tiene el estigma del cannabis como una droga dura, una droga de la locura que te da esquizofrenia pero eso creo que por fortuna se está poco a poco borrando. Había muchos políticos, por ejemplo, y muchos responsables de la investigación, sobre todo clínica, de nuestro país que pueden seguir teniendo esa idea antigua todavía de que la gente que toma cannabis medicinal son drogadictos y que se van a enganchar y van a tener problemas de abstinencia pero eso es absurdo porque todos los medicamentos tienen sus efectos negativos y positivos y al final el balance terapéutico y los efectos no deseados es el que hace que un fármaco sea utilizado o se deje de utilizar. Al margen de que cualquier ciudadano debería ser libre y al tiempo responsable para utilizar su cuerpo y su vida como le venga en gana.
15 años de investigación y sólo hay un fármaco en España permitido. ¿Es un dolor de cabeza para vosotros y la UCM esa necesidad de resultados?
Nos gustaría que este fármaco se pudiera utilizar para otras indicaciones que no se utiliza por ejemplo estamos interesados en el terreno del cáncer y en el terreno de las enfermedades neurodegenerativas
Cualquier investigación biomédica que se empieza en el laboratorio con investigación con células, con animales,… hasta que llega al mercado tiene muy pocas oportunidades de llegar a ser un medicamento, la inmensa mayoría de los compuestos con los que trabajamos nunca van a llegar a ser medicamentos. Muchos se quedan en el camino por cuestiones de toxicidad, de baja eficacia, carestía para su posible comercialización,… hay infinitud de parámetros que hacen que tengan que alinearse muchos astros y hacerse muchos carambolas para que una sustancia pase a investigación clínica y de ahí a medicamento. Nosotros hemos contribuido con otros muchos laboratorios a que este fármaco sea una realidad hoy en día. Y nos gustaría que este fármaco se pudiera utilizar para otras indicaciones que no se utiliza, por ejemplo, estamos interesados en el terreno del cáncer y en el terreno de las enfermedades neurodegenerativas y estamos potenciando todo lo que se pueda la investigación básica y clínica para evaluar si esta compuesto, este fármaco y otros similares, pudieran utilizarse.
¿Hay un choque entre investigación, Ministerio y médicos a la hora de recomendar estos fármacos derivados del cannabis?
Sí hay cierta reación a lo que todavía se sigue utilizando como una droga de abuso
Al final que un medico prescriba o no prescriba un fármaco depende de muchísimos factores pero bueno también hace falta una cierta cultura farmacológica y es verdad que la tradición en nuestro entorno occidental durante los últimos decenios es que hay drogas, que hay sustancias que se asemejan a lo que es una droga, pero claro, el concepto de droga y fármaco es muy laxo y realmente el cannabis se puede utilizar como droga o como fármaco. Ese dilema todavía no queda muy claramente diferenciado en muchas mentes e, incluso, hay muchos médicos muy vehementes y muy buenos profesionales que nos han ayudado un montón a nosotros que trabajamos activamente en este tema. Pero sí hay cierta reacción a lo que todavía se sigue utilizando como una droga de abuso
Fuente El Crisol de Ciudad Real
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