Con 21 estados que aprueban su uso medicinal, avanzan las leyes locales para su legalización.
WASHINGTON, D.C.— La marihuana "no es más peligrosa que el alcohol o el tabaco", dijo recientemente el mismo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante una entrevista a una revista neoyorquina.
Las palabras de Obama, quien fumó marihuana en su juventud, parecieron dar licencia al consumo de marihuana según sus detractores, aunque el mandatario lo calificó como un "vicio y un mal hábito", y su Administración reafirmó esta semana su oposición a la legalización de esta y otras drogas.
Los partidarios de la marihuana aseguran que la popular droga tiene propiedades curativas, mientras sus detractores replican que perjudica la salud, alienta el uso de drogas más fuertes y contribuye al crimen y además de generar otros problemas.
"La prohibición del alcohol ha sido uno de los errores de política más grandes de nuestra historia, y lo mismo va a ocurrir con la marihuana. Gente de todo el espectro político apoya que se legalice", aseguró Vert, cuyo grupo aumentará el activismo en estados como Delaware, Hawai, Maryland, New Hampshire, Rhode Island y Vermont, que sopesan leyes para regular su venta en los próximos años.
Contra la legalización
Sin embargo, apoyado por investigadores y profesionales de la salud, el exlegislador demócrata de Rhode Island, Patrick Kennedy, preside el grupo Project SAM ("Smart Approaches to Marijuana") que busca derrotar medidas para legalizar el consumo recreacional de la marihuana, incluyendo una en New Hampshire, donde solo es legal con fines terapéuticos.
Kennedy, cuyo grupo tiene presencia en 20 estados, cree que legalizar la marihuana solo creará una nueva generación de adictos, como ocurrió con las millonarias industrias del alcohol y los cigarrillos.
Fuente La opinión
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